CALCETINES GRUESOS | Portafoliodeclaudia

Balance de la primera fase del máster:

CALCETINES GRUESOS

Hay calcetines para todos los gustos y colores: pikis, de dedos, transparentes, de deporte, etc. Yo siempre llevo calcetines para dormir, menos cuando en algunas noches de verano el calor aprieta tanto que... o me quito los calcetines o me arranco la piel —y la segunda opción no es factible—. En invierno y cuando hace frío me gusta llevar calcetines gruesos, porque me siento muy cómoda con ellos y me abrigan bien los piecitos. ¡No sabéis qué gustazo me da llegar a casa un día como hoy, lunes 11 de febrero de 2019, y quitarme los de la calle para ponerme unos limpios y calentitos. Cuando los llevo ya todo cambia: me pongo en modo relax + estar por casa. Es el momento para hacer balance de cómo me ha ido el día —la mañana, la tarde o el día entero, depende del rato que me esté fuera de casa— y pensar en lo que va a ocurrir en los próximos días. En definitiva, hacer balance del pasado y del futuro inmediatos.

Y, precisamente, en esta entrada lo que pretendo hacer es realizar una autoevaluación a modo de balance de mi trayecto formativo del máster hasta el día de hoy. Para llevarla a cabo, tendré en cuenta, obviamente, las muestras que he presentado en esta primera fase —de la M1 a la M6, además de los apartados de "zapatós de tacón" y "albarcas" y, sobre todo y muy importante, el punto de partida —porque no debemos olvidar nunca de donde venimos y cuáles eran nuestras visiones y sensaciones iniciales—. Para desarrollar esta evaluación autónoma de mi proceso formativo, canalizar mis pensamientos y guiar mis reflexiones me voy a valer de cuatro preguntas guía que nos facilitó la profesora encargada del portafolio —Azahara—, pero no las voy a responder una por una, sino que intentaré crear un texto relativamente breve y lo más cohesionado posible a partir de dichas preguntas, que no voy a explicitar.

Como he comentado anteriormente, para saber qué ha pasado en mi formación en estos 5 primeros meses, en esta fase 1 del máster, tengo que tener en cuenta mis orígenes, y ello conlleva considerar grosso modo mis representaciones y creencias iniciales, mis necesidades de formación y las expectativas de formación que tenía en ese momento inicial. La verdad es que cuando comencé el máster ya tenía una base bastante sólida de lo que era la enseñanza y el aprendizaje de LE, y, en especial, de ELE, dado que había estudiado cuatro asignaturas relacionadas con la enseñanza de lenguas en el marco de mi grado —Lenguas Aplicadas— y en agosto del año pasado completé el curso intensivo de International House para profesores de español, e incluso me estrené como docente e impartí algunas clases junto a uno, a dos o a tres de mis compañeros de grupo. No partía de cero, pero está claro que lo que he aprendido en este primer periodo ha fortalecido todavía más esa base y ha comenzado a construir con más ímpetu la docente que voy a ser cuando termine estos estudios en junio de 2020.

Aprendo cosas nuevas cada día en el máster, y en asignaturas como Lengua española en contexto y Gramática pedagógica he obtenido/estoy

obteniendo la visión del docente y el discente de ELE —sigo deconstruyendo lo que tenía aprendido como nativa y lingüista para adaptarlo al contexto en el que voy a ejercer mi profesión—. En cuanto a mis percepciones y creencias iniciales sobre el proceso didáctico y, especialmente, sobre el rol del docente y de los alumnos, no ha habido cambios de perspectiva, sino que dicha perspectiva se ha ampliado notablemente —ahora conozco, por ejemplo, los papeles del profesor y los conceptos que están relacionados con las TIC, como son el de "curador de contenidos" y la literacidad digital—. La lectura de artículos de todo tipo relacionados con el mundo de ELE, en ese sentido, me ha ayudado a reforzar el aparato teórico de mi formación, y en algunos de ellos se encuentran algunos de los aprendizajes más significativos de esta primera fase, como por ejemplo los relacionados con los conceptos de "competencia crítica" y de"aprendizaje en línea". A propósito del segundo, quiero destacar y mencionar el proyecto de telecolaboración que estamos llevando a cabo en la asignatura de Las TIC en la didáctica de ELE con la Universidad de Islandia —HI—, puesto que en él estamos poniendo en práctica nuestras dotes docentes y haciendo también nuestros primeros pinitos en la enseñanza online. La verdad es que una herramienta esencial para conseguir que este proyecto se convierta en el segundo bloque de aprendizajes significativos del máster es este portafolio, por el hecho de

que los profesores que llevan la asignatura nos van pidiendo reflexiones sobre las distintas tareas de las que se compone el proyecto, y, reflexionar sobre cómo te has sentido, cómo has desarrollado la tarea y cuáles han sido las reacciones, los puntos fuertes y las debilidades de algo que tú misma has creado te ayuda a tomar conciencia de tu grado de aprendizaje y fomenta el desarrollo de la autonomía docente, puesto que te autoevalúas y haces un balance de lo que te ha aportado esta tarea en tu formación. Pero también puedes autorregular tu actuación docente para futuros proyectos, porque los alumnos con los que colaboramos en el proyecto son estudiantes de ELE de verdad. Siento volver a poner esta imagen de la presentación de mi TFG, pero es que creo que, aunque represente el enfoque

por tareas, recoge la esencia de lo que estoy explicando ahora y de todo este balance. Quiero destacar, asimismo, lo gratificante que resulta que algo que has creado "con tus propias manos" y con toda la ilusión del mundo sirva para que alguien mejore su español, y que ese alguien agradezca lo que has hecho para él y le haya motivado tu propuesta didáctica.

En lo que atañe a las necesidades formativas específicamente, todavía no puedo decir nada nuevo del reto que me planteé al inicio a raíz de un desliz que tuve en una presentación de lenguaje en el curso de IH —y en el que básicamente hablaba sobre aprender a resolver situaciones de bloqueo docente—, ya que las prácticas las voy a realizar desde finales de marzo hasta mediados de abril. Sin embargo, sí que puedo reafirmar dicho reto como una de las necesidades que se me siguen presentando como objetivos de este máster. Acerca de la planificación eficaz de una secuencia de actividades o de clases, sí que tengo que decir que en la asignatura de Metodología, en la de TIC, en la de EUP —español para usos profesionales—, en la de Lingüística Textual, en la de Lengua española en contexto, en la de Pronunciación y en la de Prácticas hemos planificado/estamos planificando con una frecuencia relativamente alta actividades para grupos meta concretos, y esta parte práctica que combina la aplicación de lo que te han explicado en las clases teóricas, lo que has leído por tu cuenta, el feedback de los compañeros y del docente, y las reflexiones que extraes luego, constituye la tercera dimensión de aprendizajes significativos en el marco del máster. Solo he mostrado de momento 3 ejemplos de mis creaciones didácticas, pero la reflexión que estoy escribiendo en este párrafo es extrapolable a todas ellas. En lo concerniente a mis habilidades como docente, sigo pensando —y tanto mi autoevaluación como las retroalimentaciones de mis compañeros en el microteaching secundan lo que voy a decir a continuación— que como aspectos positivos de mi práctica docente es destacable mi facilidad por controlar las cues-

tiones de manejo y de organización del aula, y también soy consciente del tipo de corrección que cada actividad pide. Está claro que Roma no se hizo en un día, y que en las prácticas tendré que corroborar estas habilidades que "decimos" que tengo. Lo que se seguro sobre las prácticas es que voy a volver no con dos maletas, sino con tres: dos para ropa y objetos personales y en otra voy a guardar todas las experiencias de enseñanza y toda la retahíla de aprendizajes que voy a recopilar de mi estancia de un mes en el SDI München.

En lo que atañe a las expectativas de formación, y para cerrar ya este primer balance-autoevaluación de la primera fase del máster, sigo teniendo los mismos deseos y me he planteado objetivos parecidos a los que anuncié en el punto de partida, y que se resumen básicamente en aprender aquellos aspectos culturales, gramaticales, léxicos, de manejo, etc., requeridos para estar bien capacitada para impartir clases a estudiantes de español, para hacer secuencias didácticas y para prepararme las sesiones. Lo que puedo añadir de nuevo es que enseñar español a un público no adulto, es decir, a niños y a adolescentes, es algo que me he planteado desde hace poco, porque recibí un correo de una escuela de primaria que buscaban profesores de español para sustituciones, y he reparado en que podría ser una posibilidad interesante, dado que también contaré a partir de abril con el título de monitora de tiempo libre, y eso constituye un plus. Por último, el TFM es un trabajo que todavía creemos que nos queda muy lejos, pero el caso es que está a la vuelta de la esquina. Mis dos amigas del máster ya han comenzado a mover hilos para hablar con sus muy posiblemente futuras tutoras y a mí todavía no me ha venido ninguna inspiración del tema que podría abordar... De momento, el desarrollo de la competencia estratégica, la didáctica de la ciberpragmática y la evaluación formativa son tres temas que atraen mi interés, así que en máximo un mes espero haber hablado al menos con un profesor del máster para recibir información acerca de uno de estos tres temas o para que me oriente un poco en los ámbitos posibles. Me voy a poner a ello estos días, me lo prometo.