¿Qué papel juega la evaluación en el proceso enseñanza-aprendizaje?

 

El tercer componente teórico es la evaluación. La consideramos el motor del proceso de enseñanza-aprendizaje (evaluación formativa) y está presente desde el inicio hasta el final, es decir, durante toda la trayectoria didáctica del programa: evaluación procesual porque incide en el proceso de composición, el de aprendizaje y en el producto final; y porque acompaña y guía al alumnado. Desde el punto de vista socioconstructivista, la evaluación se efectúa a través de la interacción, el diálogo, entre los alumnos y el profesor. Se consensuan los objetivos (el faro que nos guía), criterios e indicadores de logro al inicio del proceso para que queden claros, lo cual indica que es una evaluación comunicativa y dinámica.

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“Recuperamos esta metáfora que describe la evaluación como el proceso de sentarse y trabajar junto al alumno en una búsqueda mutua de nuevos conocimientos” Kiraly (2000; cit. por Esteve y Arumí).

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Es cualitativa y cuantitativa a la vez en tanto que todo resultado numérico va acompañado de una justificación tanto del alumno, como del profesor o los compañeros (dependiendo de quiénes evalúen) y, además, se proporciona retroalimentación en forma de feedback nutricio para facilitar una mejora de las producciones. Por lo tanto, no solo es una evaluación del aprendizaje, sino también para el aprendizaje.

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En la tabla siguiente recogemos los diez mandamientos de la evaluación de la Academia de Idiomas Estrella Polar:

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